Bueno, ya saben que odio la navidad. Cuando niño, tuve muchos vecinos con padres cesantes (fui niño para la crisis del 80), padres que aparte de pobres eran imbeciles. Durante dos navidades salí con mis juguetes a mostrarlos a mis amigos. A algunos sus padres no les regalaron nada, sus "buenos padres" les decían sin asco "el viejo pascuero no les dio regalos porque se portaron mal". Recuerdo su frustración y su pena, que en sus mentes infantiles se liberaba robando mis juguetes o rompiéndolos. Recuerdo también como se gesto en mí un extraño concepto de piedad. Así, año tras año me dedique a convencer a mis pequeños vecinos que la navidad eran puras mentiras. Funciono, elimine su sentimiento de culpa y también termine con su esperanza. Una pequeña desilusión y una vida sin culpas. Facil y bonito.
Navidad, fecha buena para las tiendas y las hipocritas.
Feliz Navidad jojojo.
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