3.8.05

Transplantados



Años atras, durante un periodo de mucho trabajo, salud precaria y animo por el suelo me encontre en la oficina, solo, un domingo gris y lluvioso, extraño para Santiago de Chile en primavera, pero bastante agradable para mi. De pronto empece a recordar el mar, sus olas y el viento soplando fuerte sobre el mirador que domina la bahia de Coronel, entonces me di cuenta que el recuerdo lo gatillo una melodia, de origen tan poco probable en el valle del mapocho como el sonido mismo de las olas, era una gaita bajo el cielo Santiagino, una gaita que deleitaba solo al viento y la lluvia de un domingo vacio de gente, una gaita tocada por un improbable piper, ensayando al lado del puente del arzobispo en Providencia y un servidor lo suficientemente afortunado para escuchar el lamento de los celtas durante una tarde de trabajo solitario.

Dark Island.
Away to the westward
I'm longing to be,
Where the beauties of heaven
Unfold by the sea;
Where the sweet purple heather blooms
Fragrant and free
On a hilltop high above
The Dark Island

So gentle the sea breeze,
That ripples the bay,
Where the stream joins the ocean,
And young children play;
On the strand of pure silver,
I'll welcome each day,
And I'll roam for every more,
The Dark Island

True gem of the Herbrides,
Bathed in the light,
Of the mid-summer dawning,
That follows the night;
How I yearn for the cries,
Of the seagulls in flight,
As they circle above
The Dark Island